Trabajo en Konica Minolta, pero llevo muchos años involucrado en el mundo IT. He visto desde hace muchos años cómo problemas sencillos tenían una implicación de coste importante si se querían solucionar.
Por ejemplo, hablo de tareas como convertir documentos a Microsoft Word. Recuerdo que hace años los escáneres de sobremesa incluían alguna utilidad que permitía hacer el apaño, pero donde la calidad del reconocimiento de los caracteres no daba la calidad deseada. La siguiente opción era tener que instalar una aplicación dedicada al uso en cada ordenador de cada usuario que necesitase tal conversión. Además del engorro que significaba tener que instalar la aplicación, se encuentra el mantenimiento de la misma y el coste tanto de la...