Un robot de medicina capaz de realizar operaciones quirúrgicas con decenas de sensores y millones de líneas de código de IA analizando para conseguir precisión máxima. Un coche autónomo con visión 360º que utiliza para la conducción, pero que registra todo lo que ocurre a su alrededor también. Un dron de reparto en zonas rurales que navega analizando las variables de corrientes, vientos y temperaturas…
¿Te has parado a pensar en la cantidad de sensores, datos y algoritmos de que los dispositivos con IA pueden disponer para realizar su función o tarea?
¿Y si usáramos estos para algo más que dicha tarea?
¿Y si pudiéramos recoger su información, usar sus algoritmos, conectar con sus sensores e interconectar...