Hace unos años cuando salíamos de vacaciones nos llevábamos multitud de carretes de fotos para capturar los lugares o estampas que deseábamos guardar en nuestra memoria o para inmortalizar esos recuerdos con la familia, con amigos…
Todas esas fotografías que habíamos tomado en las vacaciones, en las celebraciones familiares o en reuniones con los amigos, las llevábamos a revelar a nuestra tienda de fotografía de confianza, con el considerable desembolso que suponía y con el inconveniente de no poder comprobar cómo habían salido, porque ya podías dar por sentado que seguro más de una había salido mal y no sería necesario revelarla.
En la época actual este mundo ha cambiado como de la...